TRABAJO PRÁCTICO TALLER DE COMUNICACIÓN
No recuerdo bien cuantos años tenía, pero andaría por los 8. A esa edad uno todavía no tiene en claro muchas cosas, pero una sí: Solo quería jugar a la pelota. Fue para un cumpleaños que me la regalaron, amor a primera vista, al instante de acariciarla ya la tenía puesta y supe en ese momento que siempre íbamos a estar juntos por el resto de mi vida.
Era blanca y pura, con la banda roja sangre que cruzaba por mi pecho y mi corazón. Mi viejo me contó que antes la camiseta era blanca. Para diferenciarla de otros clubes le cruzaron una banda roja de seda que se había desprendido de un carro de carnaval, que sujetaron con alfileres, finalmente el hincha la aceptó.
En ese tiempo, las camisetas eran vírgenes, sin manchas, no como ahora que son un mamarracho. Los sponsors se ocuparon de ensuciarlas. Aunque nosotros sabemos de la importancia de ése nombre o logo, que ayuda económicamente al club, igual no nos gusta. Dicen que el primer sponsor en el futbol argentino apareció en la camiseta de Estudiantes de Caseros en el Metropolitano de 1978. Lucían en el pecho “Cooperativa Sáenz Peña”. Mucho no ayudó porque perdió ante Racing 5-2.
Era blanca y pura, con la banda roja sangre que cruzaba por mi pecho y mi corazón. Mi viejo me contó que antes la camiseta era blanca. Para diferenciarla de otros clubes le cruzaron una banda roja de seda que se había desprendido de un carro de carnaval, que sujetaron con alfileres, finalmente el hincha la aceptó.
En ese tiempo, las camisetas eran vírgenes, sin manchas, no como ahora que son un mamarracho. Los sponsors se ocuparon de ensuciarlas. Aunque nosotros sabemos de la importancia de ése nombre o logo, que ayuda económicamente al club, igual no nos gusta. Dicen que el primer sponsor en el futbol argentino apareció en la camiseta de Estudiantes de Caseros en el Metropolitano de 1978. Lucían en el pecho “Cooperativa Sáenz Peña”. Mucho no ayudó porque perdió ante Racing 5-2.
Recuerdo la primera vez que fui al Monumental con mi viejo a ver a River, fue maravilloso! No me alcanzaban los ojos para ver tanto color junto. El verde fiel del césped, junto al rojo y blanco por todos lados.
También las camisetas suplementarias de River tienen lo suyo. En el año 1949, el equipo italiano Torino viajaba de Lisboa a casa después de disputar un amistoso. Debido al mal tiempo, neblina y lloviznas, el avión se estrelló en la colina de Superga y todo el plantel pereció. Entonces se organizó un partido amistoso a beneficio de las familias turinenses y el único equipo del mundo que aceptó fue River. Al finalizar el encuentro, los turinenses regalan su camiseta y los millonarios la usan como suplementaria. La camiseta es blanca con franjas color granate y el mismo tono en el borde del cuello y mangas.
Al crecer ya no pude seguir usando aquella camiseta sagrada, pero permaneció guardada muchísimos años en mi cómoda hasta que se la regalé a un primo. Después tuve otras camisetas muy queridas pero ninguna como ella, que fue la primera que me enseñó lo que es el amor incondicional. Ahora, a tantos años de distancia quiero decirle que le estoy eternamente agradecido por haberme elegido para portarla, en las buenas y en las malas. Le agradezco a Dios, a mí querido viejo y a mí querido River Plate por tanto amor.
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